Ricardo Montaner
Afortunados
Afortunados los que nos
Abrimos paso en la tempestad
Partimos siempre de improviso
Buscando un refugio en el mar
Como nubes solitarias
Entre un sol caliente y un huracán
Caminando entre la gente
Buscamos complicidad
Quizás tú, quizás tú, sólo tú
Me digas que son verdad
Esta emoción que nos atrapa
Y no nos deja dormir
Yo necesito saber por qué...
Uh! ah! Late el corazón
Su martillar me ahoga... oh no!
Entre sueños que se esfuman veo pasar las horas
Uh! ah! Cómo late el corazón
Y no lo detendrá la noche
Uh! ah!, es el único sonido
Que me acompañará, hasta el refugio en el mar